lunes, 1 de agosto de 2011

Un dia en el metro.

Era un lunes cualquiera en el metro de esta gran ciudad, me disponía a ir al periódico donde trabajaba como columnista
Aunque desde hace algunos años tenia la capacidad económica de comprar un carro prefería seguir viajando en estos vagones con completos desconocidos, muchas veces por que era mas rápido barato y efectivo que el transporte en cuatro ruedas, otras tantas por que  este lugar me hacia pensar demasiadas cosas, todos los que estamos aquí somos desconocidos, todos diferentes, aparentemente sin nada en común, a excepción de que todos vamos hacia el mismo destino y por razones que no conocemos estamos en un mismos lugar y en un mismo momento en este enorme universo.


Un hombre de unos 50 ó 60 años se me acercó y me saludo amistosamente, en su cara se veía algunas arrugas, marcas de una persona que había vivido atormentada gran parte de su vida, yo no lo había visto jamás, pero el parecía conocerme de toda la vida.
  -Hola Juan -dijo el-
  -Hola, ¿Nos conocemos?, ¿Como es que sabes mi nombre?
  - Son demasiadas preguntas y tenemos muy poco tiempo, debes bajarte en la siguiente parada. -En ese momento creí que era algún loco que me había visto en alguna columna en el periódico y que me quería jugar una broma pesada así que volteando la cara y de forma moleta le respondí.-
 -Déjeme en paz es muy temprano para esto.
 -señor se lo digo en serio no le queda mucho tiempo ni a mi tampoco es necesario que usted se baje ya!
     -Al tiempo que el dijo eso sonó el timbre y se abrieron las puertas del vagón en el que viajaba era la ultima estación antes de llegar a la que me correspondía.. El señor trató de empujarme fuera pero yo me resistí finalmente las puertas del vagón se cerraron y yo me alejé de ese hombre que ahora sostenian dos  guardias de seguridad.

El vagón se detuvo en la ultima parada, camine hacia afuera mientras el hombre me gritaba descontrolado que no lo hiciera, di algunos pasos y escuché alguien por la espalda decir "hola", di la vuelta para ver quien era, era el señor del metro, pero algo mas joven, tendría algunos 20 años saco una pistola y me dio dos balazos en el tórax después salio corriendo.
El hombre mas viejo se me acerco y me dijo:
-Te dije que no lo hicieras