jueves, 29 de septiembre de 2011

En El Precipicio

Caía la lluvia en una fría y obscura tarde de Septiembre,
Ella estaba ahí parada al lado mio, con la dulce intranquilidad que siempre tiene, aunque estábamos mojados por la lluvia, el viento hacia que su pelo ondulara mas de la cuenta, el ambiente gris le daba un aire mas profundo a sus ojos del que generalmente ya tenia.
No habíamos dicho palabra alguna por varios minutos, horas, tal vez días, cosa que parecía extraña ya que el silencio no era incomodo, el tiempo parecía detenerse solo para nosotros, el viento era frío, nos mantenía despiertos, ella dijo: "Ya es hora", nos tomamos de la mano mientras ambos brincábamos hacia el vacío en ese doceavo piso...
Ya no existe el miedo a las alturas.